En la senda del deber, mi misión germina,
Ayudar a la comunidad, llama que ilumina.
Cada acto, un compromiso, en mi esencia arraigado,
En el eco de la solidaridad, mi destino es trazado.
Clientes que son historias, rostros que son susurros,
En sus necesidades hallamos profundos recursos.
Corazones que laten, en cada consulta encuentran paz,
Acompañarles es mi misión, en cada paso, en cada solaz.
La comunidad es mi hogar, mi razón de ser,
En cada gesto, en cada servicio, la esperanza renacer.
Caminamos juntos, en esta senda compartida,
En el eco del bienestar, encontramos la vida.
Es un arte delicado, escuchar y comprender,
En cada palabra, en cada gesto, vemos renacer.
La empatía teje puentes, donde el alma se revela,
Ayudar a los clientes, es un regalo que consuela.
En el brillo de los ojos, en la gratitud sincera,
Se encuentra la recompensa, la dicha verdadera.
Cada sonrisa es un tesoro, cada alivio es un arte,
Ayudar a los demás, es calidez que parte.
Que el eco de la ayuda resuene en cada rincón,
En la alquimia del servicio, encontramos la razón.
Clientes y comunidad, enlazados en un lazo tierno,
Ayudarles es un arte, donde late el corazón eterno.
– Marianna Galvan-Sainz